
El Municipio cedió un nuevo espacio a la Cámara de Comercio de Boulogne
agosto 9, 2025
Kicillof: “Ya nadie duda de que estamos viviendo un plan entreguista y cruel de la derecha argentina»
agosto 12, 2025El Superávit: Un Relato de Éxito Macroeconómico
En su discurso, el Presidente se presentó como el artífice de un cambio de era. Con gráficos y cifras contundentes, destacó la obtención de un superávit fiscal por primera vez en años, un logro que, según su narrativa, demuestra la eficacia de su famoso plan de «motosierra» contra «la casta».
El mensaje fue un bálsamo para los mercados y para su base de votantes, que ven en estos números la confirmación de que el rumbo es el correcto. Se habló de «esfuerzo heroico», de «sinceramiento» y de las bases para un futuro próspero. La puesta en escena fue la de una victoria incuestionable.
La «Licuadora» y el Bolsillo del Ciudadano
Pero detrás de los PowerPoints y los festejos, existe otra realidad, una que no se mide en porcentajes del PBI sino en el changuito del supermercado. El superávit que el gobierno celebra no es magia; se construyó sobre dos pilares fundamentales: la ya mencionada «motosierra» y su inseparable compañera, la «licuadora».
Mientras la motosierra recortaba (supuestamente) el gasto político, la licuadora se encargaba de erosionar, vía inflación, el poder adquisitivo de salarios, jubilaciones y programas sociales. El superávit fiscal se siente muy lejano cuando la jubilación no alcanza para cubrir los medicamentos, cuando la boleta de luz se vuelve impagable o cuando el sueldo se evapora a mitad de mes.
El discurso omitió convenientemente el detalle de que gran parte del «ahorro» del Estado proviene de no actualizar las partidas para jubilados y de frenar la obra pública, con el impacto que eso tiene en el empleo y la actividad económica del día a día.
Un Discurso Unidireccional: ¿A Quién le Habla el Presidente?
La elección del formato de cadena nacional no es casual. Es un monólogo, una comunicación vertical y sin posibilidad de repreguntas. El Presidente no debatió sus logros, simplemente los anunció.
La pregunta que queda flotando es: ¿a quién le hablaba realmente Milei? ¿Le hablaba al ciudadano que hace malabares para llegar a fin de mes? ¿O su verdadero público eran los mercados financieros, el FMI y los inversores extranjeros a quienes necesita convencer de la viabilidad de su proyecto?
El tono triunfalista choca de frente con la angustia y la incertidumbre que dominan la vida de una porción cada vez más grande de la sociedad argentina. Se celebra la macroeconomía mientras la microeconomía familiar pide auxilio.
El Vaso Medio Vacío (o Medio Lleno, según el Bolsillo)
Nadie niega la necesidad de ordenar las cuentas públicas de Argentina. El problema no es el objetivo, sino el método y, sobre todo, la distribución de los costos. El discurso de anoche dejó claro que hay un festejo en marcha, pero no todos están invitados.
El tiempo dirá si este sacrificio monumental se traduce en un bienestar genuino y generalizado, o si simplemente fue un ajuste brutal con ganadores y perdedores bien definidos. Por ahora, los números celebrados en cadena nacional parecen contar una historia muy diferente a la que viven millones de argentinos en su realidad cotidiana.